miércoles, 25 de noviembre de 2015

Los hermanos

Hoy queremos hacer una mención especial a los hermanos de nuestros niños. 

La llegada de un niño con discapacidad a la familia supone una reorganización y adaptación a este nuevo miembro, generando unos sentimientos, pensamientos, emociones, expectativas... en sus papás, a menudo contradictorias. Los hermanos por su parte, reciben a este niño con ilusión, alegría y también celos, ¿por qué no? Los hermanos de nuestros niños se convierten en sus primeros compañeros de juego, aquellos con los que tiene que pelear y luchar por sus juguetes, su principal apoyo para ir aprendiendo, sus primeros "terapeutas" y "profes". A menudo incluso, hacen de papá y mamá cuando estos no están, cuidándole, ayudándole a vestirse, dándole de comer, ayudándole a hacer deberes, acompañándole al cole... y a veces se espera de ellos que sean adultos y maduren antes de tiempo.

Cuando los padres deciden explicarles qué le pasa a su hermanito, no se necesitan muchas palabras, puesto que ellos han aprendido a convivir con la discapacidad desde el primer momento, llegando a normalizar cualquier situación cotidiana. Esto les hace tener una sensibilidad especial hacia nuestros niños y a menudo enseñan a los adultos que convivir con la diversidad es posible y que la integración es más fácil cuando nos fijamos más en lo que compartimos que en lo que nos diferencia. 

En nuestra experiencia con niños y sus familias, encontramos que la descripción que hacen los adultos y otros niños (hermanos en nuestro caso) de la discapacidad es bien distinta. Los adultos se suelen centrar en describir el trastorno o la enfermedad y las dificultades y limitaciones que conlleva, mientras que los niños son más capaces de normalizar y destacar cualidades y capacidades. Por ejemplo:

Adulto: "Se llama Adrián, tiene parálisis cerebral, no puede andar y todavía no habla". 

Hermano: "Mi hermano se llama Adrián, le encanta ver cuentos conmigo y se ríe cuando le hago cosquillas". 

Desde el Centro de Atención Temprana acompañamos y apoyamos a los hermanos de nuestros niños, ayudándoles a compartir sus sentimientos, necesidades, intereses, preocupaciones... y dándoles pautas y estrategias para ir afrontando diversas situaciones familiares y sociales. 

A continuación os dejamos el enlace de un artículo que trata sobre los hermanos, qué sienten y cuál es su vivencia con un hermano con discapacidad 


¿qué opináis? ¿queréis compartir con nosotras vuestras experiencias?

Como nos enseña El Principito "Solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos". Los hermanos de nuestros niños son capaces de ver a la persona más allá de su discapacidad.

2 comentarios:

  1. Bonito post.
    Os mando un enlace, sobre un hermano de un niño TEA
    http://autismodiario.org/2015/11/24/los-pensamientos-de-nil/

    ResponderEliminar
  2. Muchas Gracias.
    Echaremos un vistazo a tu enlace, que seguro es muy interesante.

    ResponderEliminar