jueves, 17 de diciembre de 2015

El juego

Hoy os hablamos del juego, que la Navidad se va acercando y vemos a los Reyes Magos dudando de qué juguetes son los más adecuados para cada niño.


Los niños y las niñas pasan la mayor parte de su tiempo jugando, aprendiendo, demostrando y afirmando su personalidad. El juego les produce una sensación placentera, aportándoles la motivación necesaria para no cansarse y poder asimilar una gran variedad de aprendizajes. Los niños y las niñas investigan todo lo que hay a su alrededor, conducta que no hay que impedir en ningún momento. El impulso por explorar su entorno, sin descanso, se va autorregulando progresivamente.

Durante el juego se demuestran diferentes facetas como la emotividad o expresión de emociones, la socialización y capacidad de comunicación, el conocimiento y la capacidad de conocerse a sí mismo, a los demás y la relación con el entorno.

Durante el primer año, se desarrolla la percepción hacia los sonidos, la luz, el olfato y el tacto. El tacto será especialmente sensible en la boca, las manos y en el resto del cuerpo. La figura de apego se convertirá en su primer juguete (su voz, su cara, sus manos, sus brazos…). Su juego preferido es el “cu-cú, tras”. Su segundo juguete será su propio cuerpo, comenzando a independizarse de la mamá, se inicia su propia identidad. Al principio le atraerá los juguetes blandos y flexibles (papeles, telas, peluches suaves…) para poder agarrar y hacer que suenen. Le gustan los móviles de cuna, que primero mirará y luego intentará alcanzar los juguetes que cuelgan. Después, serán los juguetes duros los que llamen su atención: cogerlos, lanzarlos, seguirlos con la mirada, buscarlos,…

Por ello, durante este primer año será una decisión acertada todos los juguetes que estimulen los sentidos, con colores, texturas y sonidos diferentes, como alfombras de actividades, sonajeros, móviles de cuna o cuentos de tela; juguetes que estimulen el descubrimiento de su propio cuerpo, como mordedores y muñecos de goma; los que estimulen la exploración de objetos, como pelotas, cuentos de cartón, juguetes que pueda agarrar y explorar; y los juguetes que estimulan la afectividad, como los peluches y muñequitos de trapo. 

A modo de sugerencia os presentamos el “Cesto de los Tesoros”. Es un juego individual con objetos muy variados, materiales naturales, muchos de uso casero que están guardados en un gran cesto que se le presentan a los niños y niñas para que experimenten con ellos, los manipulen y jueguen. Es una propuesta de juego de Elinor Goldschmied para los más pequeños, cuando han adquirido la posibilidad de permanecer sentados (a partir de los 6 o 7 meses). Los objetos del cesto favorecen el conocimiento y la percepción sensorial, mediante los cinco sentidos. Los materiales propuestos pueden ser de madera, goma, mimbre, piel, ante, cuero, frutas, telas, cintas, metal, papel, cartón, piedras. El adulto acompañará al niño durante el juego, pero será el propio niño el que explorará los materiales alcanzando por sí mismo el aprendizaje. 




Imagen: www.cestodelostesoros.com 

Entre el primer y segundo año, el juego continúa en la etapa sensoriomotriz, incorporando adquisiciones como puede ser una mayor autonomía gracias al desplazamiento y el inicio de la adquisición del lenguaje. Les encanta arrastrar sillas y juguetes con ruedas, llevar y traer objetos, el juego del “no”, construir torres y tirarlas, meter cosas y poner tapas,… A los 18 meses descubren el agua, salpicando, llenando recipientes de agua y vaciándolos. Comienza a aparecer el juego simbólico, utilizando utensilios de las cocina y jugando a hacer “comiditas”, siendo los muñecos y peluches los bebés a los que cuidar. Poco a poco este juego va adquiriendo más matices y aparecen comportamientos asociados a roles. Les gusta también jugar con pelotas y globos, así como con instrumentos musicales. Utilizan diferentes destrezas manipulativas por ello juegan con herramientas, abren y cierran puertas, usan llaves, pasan páginas de cuentos. Atender a un cuento es descubrir el placer de escuchar.




El juego que corresponde a esta etapa es el juego heurístico. Este juego proporciona placer en los materiales y sus acciones, favorece la concentración, desarrolla la coordinación ojo-mano, mejora la coordinación de movimientos, aprende la relación causa-efecto, interiorizan diferentes conceptos y mejora la percepción sensorial de objetos.

En esta edad, os recomendamos aquellos juguetes que les inviten a recorrer el espacio como bicicletas con ruedas, cochecitos o motos; además de cubos, puzles sencillos; aquellos que permitan relacionar hechos de causa-efecto, golpear, lanzar, meter y sacar; juguetes que estimulen la imitación y uso de lenguaje así como aquellos que desarrollen su habilidad manual y creativa, como pinturas, pizarras y plastilina.



Entre los 2-3 años se inicia la etapa preoperacional con la adquisición del lenguaje. El mayor grado de autonomía iniciará el juego colectivo. Un buen juego es el escondite con el adulto, escuchar cuentos, juegos con palabras, los juguetes para construir y encajar, los juegos manuales y creativos, los juegos simbólicos, los que imitan escenas familiares y profesionales: muñecos, títeres, teléfonos, cocinitas, médicos, coches, etc. Les sigue gustando los juegos en el exterior con arena y agua, utilizando cubos y palas, así como triciclos y pelotas. El periodo preoperacional abarca hasta los 6-7 años de edad. 



Entre los 6-9 años, aparece el juego reglado, comenzando a disfrutar de la compañía de los otros, reproduciendo sus relaciones interpersonales en sus juegos, se asignan papeles y se establecen normas y reglas. En esta etapa son frecuentes los juegos competitivos, donde unos ganan y otros pierden. Los adultos deben fomentar el juego, sin atribuir un alto valor a la victoria. Ellos deben enseñar a sus hijos que lo importante es disfrutar del juego y no quién gane, por ello no es bueno que gane siempre el niño. 

Como podéis ver hay muchas ideas y opciones pero a veces no es necesario tener juguetes, ya que cualquier objeto les puede valer (un lápiz como avión, un trapo como capa, un palo como espada,…). Recordad que lo más importante es disfrutar del juego en compañia y que a menudo lo que más valoran los niños es jugar con sus papás y que todos los días haya tiempo para el juego, ya que cualquier actividad del día se puede convertir en un juego para ellos.

Para finalizar, os queremos recordar que el Centro de Atención Temprana de Aranjuez os puede asesorar sobre qué juguetes son los más adecuados para pedir en la carta de los Reyes Magos. 

"El juego permite al adulto sacar al niño que lleva dentro"

Nos despedimos hasta el año que viene y os deseamos unas felices fiestas, que disfrutéis mucho de las vacaciones y os traigan muchos regalitos los Reyes Magos. 

jueves, 10 de diciembre de 2015

Un viaje especial

Compartimos con vosotros el enlace de un vídeo muy emotivo, que refleja el sentimiento de muchas familias cuando están esperando un bebé y reciben la noticia de que algo no va bien. En algunas ocasiones, no es posible hacer un diagnóstico prenatal y las dificultades surgen pasados meses e incluso años, cuando el niño ya está escolarizado. 

En cualquiera de los dos casos, las expectativas, sueños e ilusiones de las familias cambian y esto implica la elaboración de un proceso de duelo y la adaptación a la nueva situación.

En el Centro de Atención Temprana acompañamos a las familias en este nuevo viaje, ofreciendo todo nuestro apoyo para que puedan la belleza y oportunidades que ofrece este nuevo destino.













jueves, 3 de diciembre de 2015

Día de la Discapacidad

Hoy hacemos un guiño especial a todas las personas, niños y no tan niños, que en algún momento de sus vidas se les puso la etiqueta de discapacitados y que eso no es más que el miedo del otro, pues no conoce que todos tenemos puntos fuertes y puntos débiles y dependiendo del cristal con el que nos miren, seremos competentes en unas cosas u otras. 

Todos somos buenos en algo, lo difícil es reconocer qué tiene cada uno de bueno. Con los niños con los que trabajamos a diario hemos aprendido que lo bueno no es el nivel con el que sean capaces de resolver una tarea sino el tesón, la constancia, el cariño, la alegría, la humildad, el coraje, la transparencia, etc, con la que se enfrentan a todo lo desconocido que les espera cada día. 

"Todos somos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar un árbol, vivirá toda su vida creyendo que es estúpido" Albert Einstein 




miércoles, 2 de diciembre de 2015

Uso del Chupete


Hoy os vamos a hablar del uso del chupete. ¿Qué les proporciona a los niños? ¿Por qué es necesario? ¿Cuál es el momento de retirarlo? ¿Qué dificultades conlleva el uso prolongado del chupete?

Los bebés comienzan a utilizar el chupete porque les proporciona placer y seguridad. A partir del primer mes de vida, se puede introducir el chupete, ya que favorece el proceso de succión y calma al bebé. Durante el primer año y medio se puede usar el chupete, siempre de una forma prudente y moderada. 

Los logopedas observamos que el uso del chupete se prolonga más tiempo del recomendado, dando lugar a unas consecuencias que afectan de forma negativa en el desarrollo del lenguaje expresivo y en el proceso de la deglución. A continuación, os enumeramos algunas de ellas:


  • Los dientes centrales inferiores se desvían hacia dentro. 
  • Los dientes centrales superiores se separan y se desvían hacia afuera. 
  • Se deforma y se estrecha el paladar. 
  • Las arcadas dentarias, inferiores y superiores, se desajustan y pierden la alineación correcta, teniendo problemas para morder los alimentos de forma adecuada. 
  • Aparecen dificultades en el lenguaje para articular correctamente los sonidos. 


¿Cuándo es el momento adecuado para empezar a retirarlo? Esta pregunta tarda en plantearse por los padres, ya que es difícil que ellos conozcan y sepan el alcancen de los consecuencias negativas que hemos mencionado anteriormente. 

Nosotras recomendamos que a partir del año y medio se puede ir limitando el uso del chupete a momentos concretos de la rutina diaria, como puede ser durante el sueño. A partir de esa edad se da la explosión lingüística por lo que la retirada del chupete facilita que el niño utilice el lenguaje expresivo como medio de comunicación. 

A los tres años debería haberse conseguido la retirada completa del chupete, para evitar la dependencia del niño hacia el mismo y que este uso se prolongue más allá del recomendado. 

Una alternativa adecuada a la necesidad del niño de coger el chupete en momentos de irritabilidad o llanto puede ser compartir juegos y canciones, darle muestras afectivas como cosquillas, abrazos, beso, etc, con el fin de que esto le aporte la seguridad y placer que antes encontraba en el chupete. 

Es importante que cuando se toma la decisión de retirar el chupete definitivamente, sea el niño partícipe de esta retirada. Por ejemplo: si se decide que el chupete se tirará a la basura, el niño de tres años deberá ser el encargado de tirarlo. Una vez que los papás y el niño han dejado el chupete, es importante que el niño no tenga acceso a ningún otro. Por ello, los padres se encargarán de tirar todos los chupetes de repuesto. 

"Siempre es más fácil, de lo que al principio parece"